He hecho varios reintentos... pero no consigo encontrar otra mejor forma de expresar lo que sentí esta mañana, que ésta en la que en un mensaje le contaba a un muy querido amigo, la belleza de la Luna de hoy, así que ... voy a plagiarme a mí misma, y a copiarla aquí...
..."Esta mañana la Luna estaba de lo más mágica y misteriosa... apenas una línea de luz recortada sobre un cielo seminuboso que insinuaba el amanecer"... realmente me ha impresionado esa bella Luna... sencilla, casi podría parecer tímida, pero la fuerza y el magnetismo que irradiaban su belleza serena, apenas adivinada entre las nubes y la luz que asomaba del amanecer, eran de una magnitud tal que pasmaba, y la respiración se detenía un instante, abstraído todo mi ser en la contemplación de esa imagen irrepetible... en muy contadas ocasiones algo tan leve, tan pequeño en apariencia, emana a la vez una sensación de rotundidad con tanta fuerza... innegable su poderoso y mágico influjo para todo aquel que la hubiera contemplado esta mañana... ni la más impresionante de las lunas llenas que haya podido disfrutar me han transmitido ese sentimiento de misterio, de magia, y de fuerza poderosa cambiante e inmutable al mismo tiempo...
No sé qué tiene la Luna para mí, en su eterna danza... ese cambio que siempre permanece, esos ciclos que mi cuerpo evoca, esa irresistible fuerza suave y amorosa que cruza el silencioso espacio que nos une, y abraza el mar de mis emociones, invitándome a danzar con ella de la mano de mis ciclos y mis propias mareas...
No sé qué tiene la Luna, que me enamora...
Los astros siempre han fascinado a todo tipo de personas: espirituales, místicos, enamorados, curiosos, taciturnos, oprimidos, salvajes, poetas, astrónomos...
ResponderEliminarYo, cuando miro a la Luna, recuerdo que mueve mareas. Y en cierta forma, también la siento :D
Pues no debes ser la única a quien enamora, Ruben Darío escribía esto en su "Idilio Marino":
ResponderEliminarMás allá de las solitarias islas en donde descansan los pájaros viajeros, en el reino en que Leviatán domina, sobre una roca, está entronizada la vencedora en la irresistible omnipotencia de su desnudez.
En su blanca piel está la sal, el perfume marino de Anadiómena, y la serpiente de las olas hace ver una vez más, amorosa y humillada, el soberano triunfo del encanto femenino: Europa sobre el lomo del toro, la Bella y la Fiera, la Mundana del pintor moderno, que, desnuda, corta las uñas del león.
Un tritón velludo y escamoso hace cantar su ronco caracol, en tanto que el mostruo recibe una caricia tentadora de la Mujer, que bajo el inmenso cielo ofrece su fatal hermosura en el abandono de su supremo impudor.
Caramba, Árcangel, qué poema tan potente!!!! ... transmite muchísima fuerza. Muchas gracias. Y feliz Luna.
ResponderEliminarDavid, me encanta compartir contigo ese sentimiento de las mareas de la Luna... algo más para añadir a esa canción que hay entre tú y yo jeje Que esta Luna creciente que empieza a asomar te sea propicia.
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